Entrevista a Germán Magariños por Goretech: Bienvenidos la Planeta Hijo de Puta

MEDIO: Radio UBA FM 87.9
FECHA: Septiembre 2012
Entrevista a Germán Magariños por Goretech: Bienvenidos la Planeta Hijo de Puta

Muhammad Ali y el cine

MEDIO: Cómo Robar el Mundo (Metro 95.1)
FECHA: Septiembre 2012
Muhammad Ali y el cine

Nos visitó en el piso Hernan Panessi, para contarnos de Alí en el cine, y de paso conquistó varias oyentes.

Rap y cine

MEDIO: Cómo Robar el Mundo (Metro 95.1)
FECHA: Septiembre 2012
Rap y cine

Charla del FEESALP 2012

MEDIO: Una puerta hacia el terror / Cine Fantástico y Bizarro
FECHA: Septiembre 2012
Charla del FEESALP 2012
Charla del FEESALP 2012 (link 2)

Para el sexto día asistí a una nueva charla de Contar(nos) en imágenes, esta ves con la presencia de Hernan Panessi, Luciano Aon y Marcos Vieytes, en donde mas se hablo fue sobre que rol cumple la critica dentro del cine y como influye eso en las películas. Un grande Hernan defendiendo el cine de genero fantástico.

Jurado del FEESALP 2012

MEDIO: Cinefreaks
FECHA: Septiembre 2012
Jurado del FEESALP 2012

El jurado integrado por Cynthia Sabat, Gabriel Fresta, Hernán Panessi, Matías Orta, Juan Pablo Russo, María Victoria Basile, Ulises Rodríguez, Flavio Mogetta, Esteban Gil García, Cesar Martín Díaz y Lisandro Gambarotta [...]

Entrevista a Sofía Mora, directora de La Hora de la Siesta

MEDIO: Centro de Arte Moderno
FECHA: Septiembre 2012
Entrevista a Sofía Mora, directora de La Hora de la Siesta (publicada originalmente en la web de Haciendo Cine)

Catálogo del FESAALP

MEDIO: Catálogo del FESAALP
FECHA: Septiembre 2012
Catálogo del FESAALP

Nota: La Araña Vampiro, con entrevista a Gabriel Medina y Martín Piroyansky

MEDIO: Revista La Cosa - Cine Fantástico
FECHA: Septiembre 2012
Nota: La Araña Vampiro, con entrevista a Gabriel Medina y Martín Piroyansky (01)
Nota: La Araña Vampiro, con entrevista a Gabriel Medina y Martín Piroyansky (02)

Terror. Buddy movie. Aventura. Ciencia ficción. Todas esas aristas, y muchas más, son las que conforman la síntesis descarada que hace a La Araña Vampiro, la nueva del director de Los Paranoicos. En vísperas de su estreno, para ilustrar de qué va el cuento, nuestro Hernán Panessi habló con su realizador, Gabriel Medina, y con su protagonista, Martín Piroyansky.

El advenimiento natural de directores que llegan para avivar el fuego sagrado y renovar el panorama local es una constante en nuestra cinematografía. Y hace cuatro años, con Los Paranoicos (2008), quedó claro que Gabriel Medina formaba parte de esa transformación generacional. Responsable, asimismo, de varios episodios de Algo Habrán Hecho (por la Historia Argentina), serie de documentales que narran de manera entretenida acontecimientos del país, y asistente en dirección de Pablo Trapero en El Bonaerense (2002), Medina suele celebrar y revisitar al cine de género.
Conjuntamente, en sus formas, se inscribe en una serie de homenajes a la literatura argentina; por ejemplo, a través del nombre del protagonista de Los Paranoicos, Luciano Gauna, que remite a Emilio Gauna de El Sueño de los Héroes, escrito por Adolfo Bioy Casares. Del mismo modo, reconoce en la literatura de Jack Kerouac la influencia sustancial para La Araña Vampiro, su última película. En particular, será Ángeles de la Desolación el que inspirara a enarbolar tal nueva historia. “Kerouac significó mucho en mi vida. Es como un gurú. Durante el rodaje, después de meditar, hablaba con Kerouac y le pedía que me mande ayuda desde el cosmos”, dijo el propio Medina a La Cosa. “Estas fantasías me ayudan. Cosas como creer que uno habla con gente muerta. Está bueno pensar que puede ser cierto, ¿no?”, agregó.
En la lógica cercana al terror psicológico, con La Araña Vampiro, Medina pone a un padre (Alejandro Awada) y a su hijo adolescente (Martín Piroyansky) en un viaje. Allí, se instalarán a una casa ubicada en un ámbito boscoso para pasar un tiempo juntos sin su madre. El muchacho, a su vez, sufrirá de constantes ataques de pánicos y, al parecer, ese sería el entorno ideal para su recuperación y para el reencuentro de aquella relación que se supone perdida. Durante la primera noche, el protagonista será picado por una araña y, a partir de ese momento, la historia tomará –en forma definitiva- otro rumbo. En el hospital local, le dirán que no es nada. No obstante, el brazo comenzará a infectársele. Así, unos baqueanos le sugerirán ser picado otra vez por una araña similar o morirá. Se iniciará, entonces, una larga travesía en la que el joven será acompañado por un alcohólico (Jorge Sesán) en una carrera contra el tiempo, donde el único remedio estará en confiar en su palabra o dejarse perecer. “Necesitaba alejarme de Los Paranoicos. Había dejado tanto en esa película, tanto de mi vida personal, de mi mundo, de mis conflictos, que me sentía vacío. Quería buscar dentro mío algo que me movilizara. Apareció esta historia, que tenía relación con mi adolescencia y mis miedos. A lo desconocido, al sexo, a la naturaleza, a las personas, el miedo como eje fundamental”, indicó Medina a propósito de la génesis de este filme, tomando como punto previo a su ópera prima.
Por su parte, el joven Martín Piroyansky (“tiene una cara cinematográfica”, diría su director sobre él) expresó a La Cosa que “la referencia que manejaba a la hora de construir el personaje era la película Winter’s Bone”, refiriéndose a Lazos de Sangre (Winter’s Bone, 2010), Gran Premio del Jurado en Sundance y cuatro nominaciones a los Óscar. “Fue un trabajo más bien en solitario. Gabriel sabe lo que quiere y es un buen líder”, señaló en relación a la composición de su personaje, aquella que lo llevó a ganar el premio como Mejor Actor en el BAFICI 2012. A su vez, Piroyansky siente que La Araña Vampiro no es, en rigor, una película de terror: “Es algo más en el medio. No creo que sea de género. Igual, fue bueno transitar ese estilo”.
Consultado sobre el aporte de este largometraje al cine fantaterrorífico argentino, Medina supo dar su particular sentencia: “Mis películas son una visión del mundo, pero no tienen una verdad. La verdad no existe y el que diga que la tiene, miente. La verdad es una búsqueda y eso es mi película, una búsqueda hacia el amor, una visión optimista que cree que la voluntad puede vencer al miedo y que la aventura exige una entrega que pueda cambiarte para siempre”. También, de este modo, su actor reconoció la experiencia de La Araña Vampiro como “muy buena” y, a la sazón, expuso lo siguiente: “creo que suma al cine argentino en su particularidad”.
La Araña Vampiro, por este entonces, encontrará su estreno comercial en las carteleras argentinas y, además, será proyectada en el 45º Sitges Film Festival y de ahí, claro, se desprenderá el gran deseo del director: “Espero dé la vuelta al mundo”. Después de Los Paranoicos y compartiendo contexto con películas como Topos (2012), Plaga Zombie: Revolución Tóxica (2012), Diablo (2011), La Memoria del Muerto (2012), entre otras, está probado que la renovación de nombres propios llegó y que el cine de género argentino, de aquí en adelante, y como esas notables obras literarias en las que muchos buscan inspiración, tiene quién lo escriba.

Reseña de Topos, de Emiliano Romero

MEDIO: Haciendo Cine
FECHA: Septiembre 2012
Reseña de Topos, de Emiliano Romero (01)
Reseña de Topos, de Emiliano Romero (02) Versión online

Sangre, sudor y danzas

Se estrena una película sobre el encarnizado ascenso social de un hombre en un lugar donde, por natura, no pertenece. Emiliano Romero, con Topos, planteó una historia de ambiciones, traiciones y libertades apostadas en el concepto de “otredad”. | Por Hernán Panessi

Como una tromba, el cine fantástico argentino sigue, en forma paulatina, sin ningún tipo de pausa y con mucho de prisa, allanando su camino. Después de triunfantes experiencias tanto nacionales como internacionales, de Porto Alegre a Nueva York, de Río de Janeiro a Mar del Plata, llega a las carteleras nacionales el filme Topos -una suerte de distopía á la Underground o Delicatessen o Brazil- dirigido por Emiliano Romero. Aquí, como Los Morlocks del Universo Marvel o sus homónimos originales de La Máquina del Tiempo de H.G. Wells, un grupo de infrahumanos viven en una ciudad denigrada y subterránea. Uno de ellos, El Topo (Lautaro Delgado), un joven cuyo sueño es bailar alguna vez en la ciudad de la superficie se infiltra clandestinamente en un instituto de danza. Su padre intenta sumarlo a la guerrilla que busca luchar contra los poderosos que habitan arriba. Pese a sus deformidades y limitaciones, es aceptado en el instituto donde se hará de amigos y enemigos. Frente a las adversidades que irá encontrándose, El Topo aprenderá a pelear sin límites por sus sueños y lo hará, pase lo que pase, caiga quien caiga, sin mediar consecuencias. “Topos es una película muy teatral. Trabaja con la alegoría para tocar temas humanos súper profundos. Creo que el tono absurdo, el actor como línea principal, la clave casi grotesca de la película, todo está cargadísimo de teatro”, dijo Romero en entrevista exclusiva con HC. El largometraje, que cuenta con un sensible tratamiento de la otredad mediante la institucionalización constante de ese otro, por caso, está sostenido, fundamentalmente, mediante dos cuestiones elementales: las actuaciones y los escenarios, en un diálogo constante donde se funden y confunden. Pese a superponerse, se hacen uno. A propósito de esa fuerza premeditada, su director comentó: “Intentamos dar con una búsqueda estética barroca y darle un peso inmenso al trabajo actoral. Las escenas del guión están escritas con una descripción aproximada del espacio. Lo que nos limitaba era el bajo presupuesto, por eso tuvimos que reutilizar mucho material de algunas escenografías para armar nuevas”. Contando con un elenco de notables artistas como Leonor Manso, Gabriel Goity, Mauricio Dayub, Lautaro Delgado, Osqui Guzmán, entre otros, Romero tuvo que arreglárselas para lidiar con agendas diversas: “Lograr filmar con tantos actores de renombre fue muy difícil. Cada uno tenía sus horarios de filmación de televisión, o sus obras de teatro. Por eso el diseño de un buen plan de rodaje fue esencial”. Y en torno a dificultades varias, agregó: “Otra cosa muy incómoda fue que, por falta de dinero, tuvimos que armar las escenografías sin aberturas y variantes para poder meter la cámara. Entonces, el camarógrafo tenía que entrar arrastrándose como los actores, comerse el polvo del mundo de abajo y filmar muy incómodo”.
En cuanto a la realización y su devenir, Lautaro Delgado, con un impecable papel protagónico, con una transformación digna de Lon Chaney, fue el primer señalado para el casting de Topos. “Estuvo desde el principio, escribí el personaje para él”, expuso, pues, el responsable de unos 16 cortometrajes entre los que se destaca El Topo, de 2004, justamente, primer proyecto compartido junto con Lautaro Delgado. La película de Romero, que -mientras tanto- sigue girando por diversos certámenes, además de proyectarse en espacios de exhibición “habituales” como el Cine Gaumont, Artecinema, Cosmos o la nueva sala digital del Centro Cultural San Martín, abordará una red de exhibición alternativa haciendo base en el circuito contracultural del país. Así, espacios habitualmente cotidianos para el mundo de la poesía, la música o, mismo, del teatro serán pantalla para Topos. “En todos los lugares se va a pasar en HD porque la película lleva la pantalla y proyector adecuado para que siempre se vea increíble. Es un esfuerzo tremendo que estamos haciendo. Le queremos encontrar la vuelta a los inconvenientes del cine argentino”, sentencia el realizador quien, con hidalguía, se cargará al hombro una de las mayores problemáticas actuales de las películas medianas, pequeñas e independientes: el de la exhibición comercial. Luego de intentar aplicar a varios fondos sin mayor suerte y con un costo total de 2 millones de pesos, que contó con el aporte del INCAA –el filme clasificó por 2da vía, ya que Romero pudo presentarse él mismo como productor al tener estrenado un corto en 35mm llamado Cantautor, de 2005-, familiares, amigos e inversores varios, más el apoyo inestimable de una cámara Red One en calidad 4K cedida por la Universidad del Cine, Topos se destaca por su composición total, por el resultado final. Unos cinco años de trabajo más un buen puñado de colaboradores hicieron de la película un notable paso en alto para el cine fantástico nacional. “Es muy complicado categorizarla en un estilo de cine. Creo que no tiene un género definido. Cuando la concebimos siempre intenté seguir todas las corazonadas y no guardarme nada, nunca me censuré pensando que a algún espectador o crítico no le gustara”, señaló. Y, acá, con George Bataille & Federico Fellini & Jacques Aumont & Steven Spielberg, con teóricos y autores que lo sostienen en sus diversas franjas, la otredad se hace presente nuevamente. Para el caso, su categorización es muy clara de visionar: se hace ostensible cuando se entromete lo apocalíptico, cuando está en riesgo la cuestión humana y, sí, cuando hay uno que es ajeno a un otro, factor constante –como en Topos y su “ciencia ficción”- en las convenciones manifiestas del cine de género.
A la sazón, dadas las circunstancias coyunturales, con filmes afines ganando festivales, proyectándose en todo el universo, encontrando –por fin- consenso del periodismo especializado y el público, se entiende que el cine fantástico nacional está gozando de un buen presente. En consecuencia, a favor de su probada calidad y aún pese a la saludable diversidad que hay en la palestra, Topos se despliega como una de las grandes sorpresas del cine criollo en general. Más allá de los géneros cinematográficos. Más allá de las tribulaciones de lo imprevisto. Más allá de todo.

En contra de las películas de Resident Evil

MEDIO: Haciendo Cine
FECHA: Septiembre 2012
En contra de las películas de Resident Evil

En contra de las películas videojugabilísticas
Tenía que pasar. En ese cosmos amorfo y sin dueño que es la cultura pop, las adaptaciones, mutaciones, transformaciones, reinvenciones y tal están a la orden del día. Así sucedió desde Super Mario Bros. hasta Silent Hill. Sí, las versiones cinematográficas del mundo de los videojuegos, es sabido, son moneda corriente. Y en una coyuntura consumista tendiente a la adoración por la figura del zombie, las películas de Resident Evil son un paso en falso. Es que estamos hablando, probablemente, de una de las mejores sagas gamers de toda la Historia. Y, claro, para estar a la altura, le hacen falta mucho más que cinco adaptaciones que no le forjan honor. Ni al zombie ni a la obra maestra de la compañía Capcom. Por caso, tres de ellas son dirigidas por el “Anderson malo” –en efecto: Paul W. S.; el bueno, Paul Thomas- con resultados, en sí mismo, inestables. Resident Evil –videojuego- se esgrime como referente máximo de un sub-género, hoy, harto explotado: el de muertos vivientes. Resident Evil –cine- no es más que la intervención de la máquina de picar carne que se pone en marcha, en rigor, para ganar dinero y dar alguna que otra vuelta de tuerca pero pierde, en consecuencia, identidad. A las claras: para que no vuelva a suceder, a riesgo que aparezca la película de Tetris, digamos “stop!” ahora que somos unos cuántos. O, como ya sucedió con Sucker Punch, vomitemos que “sentirse adentro de un fichín no es jugarlo”. Sino que, con la entrada, nos pasen unos joysticks. | Por Hernán Panessi

Los 7 Magníficos: Martín Mosca

MEDIO: Haciendo Cine
FECHA: Septiembre 2012
Los 7 Magníficos: Martín Mosca

Volver al Futuro made in Argentina

Este es un momento saludable para las webseries independientes. A las ya conocidas Un Año Sin Televisión, Daemonium, Plaga Zombie: La Serie Animada y demás, se le suma Martín Mosca, dirigida por Mariano Cattaneo, responsable del filme de terror Incidente. Ahora, Cattaneo muestra su faceta más sci-fi contando las desventuras temporales del curioso antihéroe que le da nombre a la tira. Seguí sus episodios entrando a: www.martinmosca.com.ar

Los 7 Magníficos: Que la fuerza te acompañe

MEDIO: Haciendo Cine
FECHA: Septiembre 2012
Los 7 Magníficos: Que la fuerza te acompañe

Que la Fuerza te Acompañe
Hacía falta un libro que acomode toda la historia evanescente de la nerdencia en Argentina. Por eso, el periodista Alejandro Soifer, él mismo un nerd autorizado, se encargó de documentar el devenir de un universo que, durante mucho tiempo, se mantuvo vedado pero que ahora, sin más, toma la posta de lo cool en la cultura de consumo. De la extinta Camelot Comics Store a las ídem convenciones Fantabaires, de la revista Irrompibles al cine de Emilio Disi, todo encuentra su cuota teórica en este primer gran documento nacional sobre las invasiones nerd, geek y friki.