Nota Errantes (entrevista a Lisandro González Ursi y Diego Carabelli

MEDIO: Revista Haciendo Cine
FECHA: Octubre 2012
Nota Errantes (entrevista a Lisandro González Ursi y Diego Carabelli

El ser gaucho es un delito

Los habitantes del asentamiento La Lechería, situado ahí entre los barrios de La Paternal y Villa del Parque, son los principales protagonistas de Errantes, importante documental que registra los pormenores de un intento de autogestión en pos de una vida mejor. | Por Hernán Panessi

“Para él son los calabozos; para él, las duras prisiones; en su boca no hay razones aunque la razón le sobre: que son campanas de palo las razones de los pobres”. José Hernández, en El Martín Fierro (1872)

Cuando el pene de los acontecimientos, ese que deja erguido casi siempre la visión fatalista de la clase media más recalcitrante, quede flácido, cambiará el posicionamiento por sobre tal constante, tendenciosa y parcial identificación. Ya no se verán los hechos desde aquel prisma que fomentó el noticiero y su sistemática construcción de la otredad. Es que al referirnos a la entelequia desalojo, la cuestión perceptual queda regularmente posada en la edificación mediática proclamada como vecino indignado. Por caso, Errantes, documental dirigido por Lisandro González Ursi y Diego Carabelli, ganador del premio a “Mejor Película” en el Festival Tandil Cine XI, da vuelta el espejo, se corre de este vetusto postulado y devela el reconocimiento de su propia silueta en los ojos, garra y corazón de un grupo de vecinos autoconvocados con el fin de conseguir una vivienda digna.
Tanto en televisión (donde esta vicisitud es harto explotada –siempre pintada de amarillo-) como en el cine (que, en la Historia, poco se le animó –salvo excepciones que han tratado el “habitar” como Construcción de una Ciudad, de Néstor Frenkel y En Construcción, de José Luis Guerín-), los tópicos promovidos –el vecino nervioso por la inseguridad, el comerciante apuntando con el dedo, la señora quejándose en forma irracional del villero- tuvieron que ver con una moral instaurada. Y en Errantes, tal moral se reinventa devolviéndole al mundo un estado de situación del que, a la sazón, la mayoría de los medios han negado: la versión del que menos tiene. “Tal vez lo interesante de Errantes resida en dónde se construye el punto de vista. Estamos acostumbrados a que el relato de los hechos esté construido para acomodarse al discurso de algunos sectores sociales medios y medios-altos. Por lo tanto, está profundamente arraigada la idea de un ‘sentido común’ que termina estereotipando, cosificando y reduciendo al mínimo la complejidad de cualquier conflicto social”, dice González Ursi.
Así, el pobre nunca tiene razón porque es pobre. Porque no tiene quién lo defienda. Porque sólo él puede defenderse. Pero él, aunque hable y diga sus razones, éstas no son campanadas de bronce, sino, como en El Martín Fierro, serán campanadas de palo. Y aquella es la desdicha de todos los desclasados, de aquellos marginados de la civilización del progreso. “El discurso mediático habitual respecto a los grandes temas en general y los sociales en particular repite su lógica hasta el cansancio. Siempre se intenta advertir que se habla para ‘la gente’, cuando en realidad nunca terminan de sincerar que para ellos, los grandes medios, no toda la población entra en esa categoría. En general, las coberturas de los conflictos sociales siempre tienden a contarlos para ‘la gente’ que nunca es protagonista de ese conflicto, sino que es un actor secundario y muchas veces hasta circunstancial”, agrega Carabelli. El imponderable social es ingresar en un mundo donde se come, se vive, se pertenece a una sociedad, se tiene un hogar digno en el que vivir. Esa sensible problemática de los habitantes de La Lechería, lugar donde transcurre la investigación, que es su infatigable lucha. “Es fácil enterarse qué arterias de tránsito están cerradas por una protesta, cuántos manifestantes hay, cuánta demora de tránsito existe, pero rara vez se presenta el conflicto que atraviesan esos manifestantes”, sentencia González Ursi. Y, acá, Errantes subraya, queda demostrado que el eje comunicacional de los mass media no funciona bien desde donde se posa, y acaso que deberían de abrirse a otras miradas, encontrar una dialéctica, proponer un diálogo. Adaptarse. Sumar. Crecer.

0 comentarios:

Publicar un comentario