Me entrevistó Andrés Kilstein para la revista Cultra a propósito del cine gore en Argentina.
En Argentina la palabra obtuvo su deformación rioplatense:
aquí los adeptos de este género cinematográfico dicen, tal como se escribe,
Gore, pronunciando la E final. El Gore es una tradición proveniente de los
Estados Unidos, ligada a cierto goce del espectador por la truculencia, la
sangre, las tripas. Su desarrollo en nuestro país es paralelo al del festival
de cine de género Buenos Aires Rojo Sangre. La estética, que abarca tópicos
variados de zombies, mutantes, alienígenas, ha producido su pequeño nicho de
consumidores y productores. Este reducido círculo permitió la emergencia de
Gorevision y Videoflims, productora la primera, distribuidora la segunda, ambas
animadoras incuestionables de la escena fantástica local. “En Argentina la
posta la toman unos jóvenes de Haedo, quienes conforman la productora Farsa. Es
el primer atisbo del cine independiente de explotación en el país. Aunque
manejan una truculencia más desde lo pop, las vísceras en plan comedia” –
explica con un timbre cargado de brillo Hernán Panessi, un joven que, entre
muchas actividades, dirige la distribuidora Videofilms. Con este sello edita y
distribuye DVDs de películas fantásticas y de género, a lo largo de una red
vasta y federal con más de cuarenta puntos, principalmente tiendas de alquiler
de DVDs y locales de comics. “La distribuidora permitió juntar a realizadores
que andaban sueltos. Decanta naturalmente en un producto de nicho, pero, en el
videoclub termina exhibida una película Gore al mismo nivel que El
secreto de sus ojos”, explica Panessi.
Publicada en Revista Cultra
A través de
estos emprendimientos, el género en Argentina experimentó una notable
revitalización, acompañado por la vehemencia de sus fieles espectadores. “Se
presupone que los films Gore generan rechazo en el público, pero por el
contrario el resultado es la empatía”, asegura. Según el cinéfilo, el fenómeno
se refleja en el éxito del festival Buenos Aires Rojo Sangre, de cuya
organización participa. En 14 años de existencia (casi la misma trayectoria que
el BAFICI) no ha parado de crecer en programación y en público, para alcanzar
en su edición pasada los 20 mil espectadores.
Según
Panessi el Gore está en un buen momento empujado por un fenómeno más
amplio y quizá insólito: la aprobación de la que goza el cine fantástico
argentino entre el público e instituciones de fomento. El dato señala el pasaje
del Nuevo Cine Argentino, de un registro más bucólico y minimalista, a la
revitalización del cine de género. “En el Festival de Mar del Plata, el más
importante del país, hace 4 años que viene premiándose a este tipo de films.
Ganaron Pompeya de
Tamae Garateguy, Mi
Reino por un platillo volador, de Tetsuo Lumiere, Diablo de
Nicanor Loreti, Hermanos
de Sangre de
Daniel De la Vega. Como es un festival clase A marca el pulso, la prensa lo
refleja y el público dice: acá hay algo. El INCAA, por lo tanto, comenzó a
financiar estas películas”.
Gorevision
es una productora amiga de Videoflims, de realizaciones groseras y divertidas,
que surge a fines de la década de 1990. Su director, Germán Magariños, explica
que tiene en su haber quince películas de las cuales las más célebres son Sadomaster
I y II y Goretech:
Bienvenidos Al Planeta Hijo De Puta!. El mismo Panessi ha participado en la
última, una referencia a Robotech, a Star
Wars, a los juegos en 8 bit, a Rocky. El joven la caracteriza
como una película “apta para ningún público. Llena de pijas, de tripas, de
sinsentido”. Interrogado sobre si la actuación en este film involucró la puesta
en cámara de sus atributos sexuales, reconoce que su miembro viril fue
reemplazado por el de un negro para sumar al efecto. “Gorevision es un grupo
muy rockero, muy varón, y sus películas están llenas de pijas, cargadas de sexo
oral. Son películas tan gay que no son gay”, afirma Panessi, que también es
periodista.
Los films de
Gorevision han tenido pantalla en el exterior, tanto en festivales como en su
circulación en DVD en Estados Unidos. Magariños explica que en los primeros
años presentó películas para un festival mainstream como
el de Mar del Plata pero que no fueron aceptadas y ya no le interesa más
presentarlas.
Gorevision y
Videoflims están ahora con mucha actividad. La primera terminando una película
que remeda haber sido filmada en súper 8 hallada en un viejo archivo de
la década de 1960. Videofilms está abocada a la realización de Lucho’s
Big Adventure que
sinestar terminada ya se
perfila como la película nerd argentina de culto. Algo peculiar del proyecto:
reúne a Farsa, Videoflims, AB, Fomento y casi todas las productoras del
segmento. Panessi explica:
“Es así. En
el Gore todos somos amigos”
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