Nota: Indie Game: The Movie

MEDIO: Revista Irrompibles
FECHA: Agosto 2012
Nota: Indie Game: The Movie (01)
Nota: Indie Game: The Movie (02)

Indie Game: The Movie (2012)
Por Hernán Panessi | @hernanpanessi

En búsqueda de la felicidad

Un documental que sigue las andanzas de algunos desarroladores de juegos independientes. Y que, al liberar esas obras, ellos mismos se entregan al mundo.

El mundo de los videojuegos tal vez empuje consigo, en su condición lúdica, uno de los mayores pre-conceptos favorables de todas las profesiones: lo que ahí acontece siempre es maravilloso. Para derribar esa teoría, para meternos en carne que los videojuegos tienen sus pormenores, emerge Indie Game: The Movie, donde -desde los márgenes- se construyen epopéyicas aventuras al ritmo de dos o tres pares de manos. Sí, porque no sólo Microsoft o Nintendo o EA son los que juegan en la industria. Ahora, de un tiempo a esta parte, cansados de trabajar para las grandes compañías o bien siguiendo sus propias voluntades artísticas y de cambio, han aparecido nuevos desarrolladores para patear el tablero de lo establecido. En Indie Game: The Movie, investigación dirigida por Lisanne Pajot y James Swirsky, se sigue la pista de algunos programadores de videojuegos independientes –correspondientes al Super Meat Boy, Bread y FEZ, aunque la entelequia refiere, acá, en rigor, a “proyectos autogestionados, fuera del espectro económico del mainstream: pocos actores, mucho el trabajo”, mucho más que a estos casos particulares-, en su lucha por realizarlos, lanzarlos, empatizar con la prensa especializada y gustarle a su público. Esta película le da rostro humano aquellos héroes –que paulatinamente son legión- de los que, a ciencia cierta, poco se sabe y mucho se habla. Ofrece una mirada única por sobre todos los sacrificios que deben pasar estos hombres orquesta, que al estar solos se tornan vulnerables a pequeños y funestos actos cotidianos –enfermedades, problemas edilicios, divorcios, dificultades económicas, discusiones a muerte y más dificultades económicas-, pero que, pese a ellos, encuentran su lugar en el mundo en aquel refugio que otorgan los videogames.
De forma fascinante, en su pasión por la perfección, los desarrolladores de los que se pone el foco, Jonathan Blow, Phil Fish, Edmund McMillen y Tommy Refenes, apuestan toda su energía en que el resultado sea agradable para los usuarios. La pulsión de vida volcada en unos bytes. Que más que bytes, son pura vida. (La analogía de Refenes y el estreno de su juego comparándolo con llevar a un hijo al primer día de colegio es maravillosa.) Así, se lo verá sudar la gota gorda a, entre otros, Phil Fish, creador del FEZ, una de las historias más cautivantes del documental, en una convención que reúne a millones de gamers en busca de probar novedades. El espectador descubrirá cómo es la vida dentro de la industria independiente, donde contemplar la posibilidad del fracaso es, cuanto menos, para esos niveles de autoexigencia, una tragedia griega.
Pese a su crudeza, se develará el porqué han elegido esas vías de expresión, tales formas de existencia, el cómo los ha afectado en su desarrollo social, emocional, físico y financiero. Plantea dilemas existenciales (-“¿Qué pasaría si fracasaras?”, -“Me suicidaría”, responde el intenso Fish), incluso barajando la posibilidad de estar insatisfechos con la vida que han elegido (“Voy a trabajar en el negocio de los autos. No, no quiero trabajar con autos. No quiero hacer nada”, dice Tommy Refenes, uno de los creadores del Super Meat Boy).
Estamos ante uno de los mejores documentales de videojuegos de los últimos años. Si el interés pasa por inmiscuirse sobre cuál es el detrás de escena de la industria independiente de los fichines, extrapolable a casi cualquier “industria independiente”, no pueden dejar de verlo. Lo interesante, aquí, también, es que se puede comprobar la evolución de los tres juegos presentados en el filme a través de sus páginas webs y redes sociales. Por caso, los tres –a su manera- se han convertido en históricos éxitos (de ventas, críticas, adeptos y tal). Y ese, a la sazón, no sin sonrisas, es su final feliz.

Indie Game: The Movie se consigue en Internet por $9,99 USD a través de su sitio oficial: http://www.indiegamethemovie.com/

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