MEDIO: Revista La Cosa - Cine fantástico
FECHA: Enero/Febrero 2013
Página 01, página 02 y página 03
Quienes conozcan el
concepto de “Quentin Tarantino presents...” sabrán que hay, en sus espaldas,
siempre, una buena dosis de modernidad cinematográfica. Por lo demás, se viene
El Hombre con los Puños de Hierro y Hernán Panessi, con cierta simpatía por los
tipos implicados, nos cuenta porqué acá habría mucha pero mucha onda.
Si Daniel Craig se
despista, el próximo Bond podría ser negro. Y de ahí en adelante, la
posibilidad de suponer cualquier modificación en las convenciones más
arraigadas –Bond es blanco e históricamente representó al canon de inglés
caucásico- puede resultar menos shockeante. Como esa vuelta a las bases del
blaxploitaition (no, a esta altura del partido no les vamos a decir qué quiere
decir), donde suceden deformidades como que, por ejemplo, un rapero
afroamericano se ponga a dirigir una de artes marciales à la cine oriental.
Así, el cocoliche de la cultura pop todo lo permite cuando detrás aparece, en
este caso, un cinturón negro de la onda (negro por blaxploitaition, ¡eh!,
¿eh?). Ese ser al que todos mencionamos como oracular pero que, de la
vergüenza, no querríamos ni pararnos al lado. Porque, sí, los humanos queremos
ser como Quentin Tarantino, aquel mitad alquimista, mitad embaucador (“el
disc-jockey del cine”, a decir de un tuit sutil de Israel Adrián Caetano), que
va convirtiendo en oro todo lo que toca. Pero Tarantino está para comerse al
mundo solo. Un mundo donde, en general, el éxtasis como estado de plenitud
máxima, y esto no es filosofía perenne sino ciencia, lo causan las drogas y el
sexo, él corre ese eje hacia su filmografía –y vean, sino, cómo está la
muchachada con Django Sin Cadenas (Django Unchained, 2012)-. Y aquí, uno de sus
apóstoles, otro que ha tomado el timón en el mundo de lo prendido (en estos
tiempos de advenedizos, donde citar a cierta gente legitima), el todoterreno
Eli Roth, aquel que San Tarantino ya bendijo con Hostel (2005) y Hostel II
(Hostel: Part II, 2007), produjo y escribió una película llamada El Hombre con
los Puños de Hierro (The Man with the Iron Fists, 2012). Ésta que nos tiene acá
hablando y que, teniendo todo el aparato elirothístico detrás, si bien no tuvo
el éxito que esperaban en los Estados Unidos (costó 15 millones de dólares,
recupero ídem), festejamos no sea apenas un estreno directo a DVD y llegue a
las pantallas grandes de nuestro país.
Dice la leyenda que RZA,
nacido como Robert Fitzgerlad Diggs –já, se llama “Robert”-, líder de los
bronxeros shaolins de Wu Tang Clan, quería hacer una película de artes
marciales extrema que durara unas cuatro horas. Tamaño acto de pretenciosidad
–porque, okay, nos gustan los artistas un toque pretenciosos pero: ¿cuatro
horas?- fue bajado de un ondazo por los productores, incluidos Eli Roth,
quienes le sugirieron que haga una película más estándar. Y así fue. O tal vez
no tanto. Tratando de capturar la esencia de los films chinos de la década del
60, la película se sostiene en la superestrella Russell Crowe y en figuritas
como Lucy Liu, el mastodonte de Dave Batista (sí, el seis veces campeón mundial
de la WWE), el mismo RZA o, incluso, en muchos de esos híbridos
actores-peleadores como Rick Yune, Cung Le y Byron Mann, llenándose de granadas
de fotones visuales tal como en Hobo with a Shotgun (2011) o en cualquiera de
los falsos trailers de las hoy míticas grindhouse Rodríguez-Tarantino.
En la historia, con cuyo
maridaje de hip hop-onderos-emos-avant garde (de Kanye West a The Black Keys,
pasando por My Chemical Romance hasta John Frusciante) y kung-fu no podría
devenir mejor, una serie de clanes buscan un legendario tesoro en oro en la
China Feudal. Ahí, entre tanto patea culos, un humilde herrero deberá
defenderse a sí mismo y a sus conciudadanos. Y pensando en que atrás hay una
tríada de fascinados por la reverencia al cine dentro del cine dentro del cine
–el carácter transitivo que lleva del Quentin Tarantino presents..., a la
producción de Eli Roth y la dirección de RZA-, se hace corpóreo en El Hombre
con los Puños de Hierro cuyos “Oohs” y “Uuhs”, sazonados con sensaciones de
todos los gustos y colores (el cine se corre de la norma: así las cosas, un
afroamericano dirigiendo cuentos made in China), son tanto de kung-fu como,
perdón por la expresión, festivamente orgiásticos.
Los kioscos de Eli
En su texto “Film School
Versus Set Experience”, que escribió para su amigo Lloyd Kaufman y su libro
make Your Own Damn Movie, El Roth decía que había que meterse en todo lo que se
pueda para obtener experiencia en cine. Y como Eli es un tipo que tiene un
contrato fuerte con sus palabras, a lo largo de los años nos demostró que se
puede coquetear con todo y ser digno siempre. Acá, algunos ejemplos.
Goretorium | Organizó en
Las Vegas una gran muestra del –cuándo no- mundillo del gorno (es fan de eso,
qué va a ser) y una fiesta de fin de año con atracciones afines.
Chile | Bajo las
órdenes de su nuevo amigo, el chileno Nicolás López, protagonizó Aftershock
(2012) e hizo un cameo en la romántica Qué pena tu familia (2012).
Documental | Participó
de un documental para Discovery Channel donde lo testearon médicos para comprobar
si era un psicópata. (En YouTube: Eli Roth is a psychopath.)
Exploitaition | Del
experimento del trailer falso a la (semi) confirmación de largometraje: salió
agitando por Twitter que haría Thanksgiving, una película de terror.
El catálogo de Quentin Tarantino
presents...
Desde que Tarantino se pronunció como
el Gran Hermano del Cine (ojo, no se fue de boca, siempre pela credenciales de
cinéfilo) apareció el concepto de “Quentin Tarantino presents...”, una serie de
películas, abaladas por su particular visión, distribuidas en DVDs o exhibidas
en cines bajo su prestigiosa estela. Por allí andan: Héroe (Hero, 2002), Iron
Monkey (1993), las mencionadas Hostel 1 y 2, entre otras, además de los Dragon
Dynasty DVD, films de una subsidiaria de la Weinstein Company, importadora de
películas asiáticas a los Estados Unidos. Y, claro, El Hombre con los Puños de
Hierro.
Cinco experiencias que tenés que
ver, escuchar o probar antes de El Hombre...
1. Operación
Dragón (Enter the Dragon, 1973) No, por Bruce Lee no, sino por Jim Kelly, El
Samurai Negro, el héroe blaxploitaition del kung-fu.
2.
Rescate en el Barrio Chino (Big Trouble in Little China, 1986) Artes marciales
de la Asia profunda en una película occidentalísima, mucho antes de Mortal
Kombat.
3. Masacre
Marcial IVX (2006) Con todo el desparpajo nac & pop, esta comedia de
venganzas demuestra que Argentina tiene mucho por aportar en materia de
patadas.
4. Shaq
Fu (1994) Videojuego donde la estrella de basket Shaquille O’Neal era
transportado a otra dimensión. Aquí, además, era un maestro del kung fu (?).
5. Abarajame (1995) Los Illya Kuryaki and the
Valderramas, que casualmente están de vuelta, entendieron todo poniendo en su
video referencias al mejor cine oriental.
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