Artículo sobre Zero Dark Thirty

MEDIO: Revista La Cosa - Cine fantástico
FECHA: Enero/Febrero 2013
Página 01, página 02, página 03.

En algún momento, Alan Moore escribió Watchmen y V de Vendetta como una crítica al gobierno de Margaret Thatcher y la Era Reaganiana. Y devino paradigma. Tiempo después, en esa lógica, Kathryn Bigelow se despacharía con La Noche Más Oscura, un poco para exonerar la culpa social y otro poco para señalar y entretener. A la sazón, Hernán Panessi nos cuenta los vaivenes del cine norteamericano post-atentados.

Desde Argentina, el 11 de septiembre del 2001, Jorge Rial, en vivo por Radio La Red, aún desconociendo la situación específica de aquel momento, dijo una frase muy poderosa: “ni a Spielberg se le ocurriría esto”. Diez años más tarde, la Disney compraría los derechos del Team 6, el equipo de SEALS (Mar, Aire y Tierra de la Armada de los Estados Unidos) que capturó y asesinó a Osama Bin Laden. Y sobre el sueño lírico colectivo, la industria cultural norteamericana sigue procesando sus tragedias y compromisos bélicos en productos de entretenimiento. Como con Kathryn Bigelow, que en Vivir al Límite (The Hurt Locker, 2008) la rompió en los premios Oscar, pero, como ya sabemos, sí, aquello no es garantía para que al público le guste o triunfe en las butacas. (Fue la ganadora a “Mejor película” menos taquillera en la historia de los Estados Unidos.) Porque, a juzgar por las películas que tocan el tema del 11/9, el público no se siente tan a gusto. (Por caso, Claudia Puig, crítica cinematográfica del USA Today, iluminó el asunto: “Puede que sea por preocupación al caracterizar o por su corrección política, pero también refleja una perspectiva extendida sobre el género de terrorismo en el cine”.) Así pasaron, con temáticas desprendidas de aquel riñón, cuyo tiro por elevación fue criticar a la administración Bush, El Reino (The Kingdom, 2007), Entre Hermanos (Brothers, 2009) y Green Zone: Distrito Protegido (Green Zone, 2010), entre otras, sin ser del todo aprobadas por los estadounidenses (ninguna fue un fracaso rotundo, pero tampoco un éxito intenso). Ahora, nuevamente con olor a Oscar, la Bigelow vuelve con este tópico llevándolo al punto de la cuestión (la persecuta y ejecución del supuesto culpable del derribo de las Torres Gemelas –para conspiranoias, busquen en Internet: “Teoría de la Demolición Controlada” o “115 mentiras sobre los atentados del 11 de septiembre”-) con La Noche Más Oscura (Zero Dark Thirty, 2012). Ahí, en un concepto que viene del campo militar (“zero dark thirty” hace alusión a las doce y media de la madrugada, donde la noche es más oscura), y con un nombre improbable para Latinoamérica (¡La Noche Más Oscura!), Bigelow ya tiene en el bolsillo a todos las asociaciones de críticos de por allí y, es probable, arrasará con los premios de la Academia a pesar de lo que suceda con el público a nivel mundial.
En una cadena asociativa que pone a los héroes en un lugar de conflicto, como el especial conmemorativo The Amazing Spider-Man “Black Cover”, donde ninguno del Team Marvel pudo llegar a tiempo a las Torres Gemelas (con una estampa memorable: el splash page con superhéroes limpiando los escombros) hasta el film Act of Valor (2012), un largo donde el héroe es sólo héroe y nada más. Aquel que fuera un éxito (salió 12 millones, recaudó unos 70) y contaría con la U.S. Navy Seals como actores portando armas reales. Y desde acá surge la siguiente pregunta: ¿será que el público quiere olvidarse de la crítica social –allá Vivir al Límite & otras- y quiere ver simplemente a sus héroes masacrando a “los malos”?
Lo cierto aquí es que el 11/9 resulta un tema sensible para la opinión pública pero que, pese a esto, con el tiempo, fue volviendo la cuestión a foja cero. Y la venia, quizás, la dieron desde Saturday Night Live (la comedia, ¿cuándo no?) en el momento en que Ben Stiller se negara a asistir al show para promocionar Zoolander (2001), de inminente estreno, y terminaran llamando al Alcalde Rudolph Giuliani generando un diálogo memorable. “Nueva York tiene que seguir como siempre”, dijo Giuliani y enmudeció a todos. “¿Podemos ser graciosos”, le retrucó Lorne Michaels desde SNL. “¿Para qué empezar ahora?”, contestó riéndose. Momento duro cuya herida aún no fue sanada del todo pero que, sin embargo, la irreverencia ha hecho usufructo. Sólo basta recordar la anécdota que dio origen a Team America World Police (2004): Trey Parker y Matt Stone estaban viendo televisión. Se cruzan con Sean Pean y Larry King hablando sobre la política exterior, economía, et al. y dijeron ¡wou! Por eso, el mundo puede hacer ¡boom! nuevamente ante el estreno de La Noche Más Oscura con dirección de Kathryn Bigelow y cuyo deus ex machina es que, siempre, termina haciendo películas para los amantes de la acción. Esos fanáticos del “America, Fuck Yeah!” pero, también, de los héroes por los héroes mismos o, claro, de esos que, como dijo Peter Travers en la Rolling Stone, ven una de guerra pero no les gusta el cine de guerra. Sea como sea, la ficción y la realidad siempre, como con Rial o Disney, tienen intrínsecas sus cosmovisiones de mundo. El misterio es cómo resonarán estos (nuevos) disparos.

Bigelow y la Argentina
Además de haber sido una de las invitadas del 23er. Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y de tener un libro nac & pop sobre Cuando cae la oscuridad (Near Dark, 1987) –hecho por el amigo de la casa, Nic Loreti-, la ex de James Cameron tiene un gran dilema con Argentina, Brasil y Paraguay. Quiere filmar una película con La Triple Frontera y, en consecuencia, al tratarse de un lugar geográficamente sensible, los gobiernos turísticos de los tres países han ido desaprobando el proyecto. Por eso, hasta que no les presenten el script terminado, no van a tener apoyo oficial. Podría protagonizarla Tom Hanks y, hay que decirlo, el foro de discusión en la entrada de Bigelow en IMDb.com, a propósito del tema, no tiene desperdicio.

Rompecabezas para armar
Una tríada de películas que sirven para ordenar el pre y post 11/9.

PRE
Escándalo en la Casa Blanca (Wag the Dog, 1997) Un film visionario que nunca podría haber salido después del 9/11. Una guerra ficticia para mantener el status quo.
Contra el Enemigo (The Siege, 1998) Película premonitoria que cuenta la historia de un autobús que estalla en Brooklyn, donde dos agentes deben restaurar el orden.
Tres Reyes (Three Kings, 1999) Retrata el conflicto de Medio Oriente en los 90s y el dilema ante el “¿qué hacemos después de la guerra?” y el ayudar a los sometidos.

POST
World Trade Center (2006) Nicholas Cage hace de un bombero que termina dejando la clásica imagen del tipo-que-arriesga-su-vida-por-su-país. Dirige Oliver Stone.
Postal (2007) Crítica de Uwe Boll a la sociedad norteamericana. Muchos la consideraron como un live action de South Park. Muy delirante. Y, sí, Boll no falla.
Argo (2012) La Gran Estafa (Ocean’s Eleven, 2001) del thriller político. Dispara contra la CIA y los deja como unos ineptos que, incluso, le dieron asilo a Mohammed Shah.

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