Reseña Maradona, médico de la selva en el #120 de la Revista Sudestada.
Maradona, médico de la selva
Martín Serra
Argentina, 2012
| Por Hernán Panessi
El hombre propone, Dios dispone. Bosque
denso, vegetación de hoja ancha, dosel cerrado y una calidez –solar, humana-
que propone y dispone. Porque en el maridaje de la selva con el hombre, hubo un
médico que todo lo tenía y fue allá, hacia ese lugar, donde nadie tenía nada en
el absurdo de la guerra. Y mientras, la poderosa garra de la tierra. La
menguada presencia de un cuerpo de hombre que jamás podrá ser confundido con
una selva. Maradona, médico de la selva cuenta la historia de Esteban Maradona,
un médico criado en el seno de una familia económicamente acomodada que estudió
en Buenos Aires y luego, tras abandonar su ciudad, fue perseguido en
Resistencia, estuvo en la Guerra del Chaco Boreal y se radicó en un pequeño
pueblo de Formosa durante más de cincuenta años. Allí, mezclándose con los
pueblos originarios, incorporando modales chamánicos y sosteniéndose en
investigaciones fácticas a fuerza de tocar –vivir y sentir- la naturaleza,
Maradona ejerció su profesión. Hasta, de hecho, fue propuesto en dos
oportunidades para el Premio Nóbel de la Paz.
En su estructura, el film es un
compendio de entrevistas a sus amigos, conocidos, familiares, investigadores y
periodistas e, incluso, en su mayor hallazgo, varios de sus pacientes prestan
testimonio. El enigma Maradona, su andar cansino, su mirada desafiante, su
carácter entre simpático e hirsuto, su sabiduría marciana, su devoción por la
medicina, su don para el dibujo, su azarosa vida que lo llevó a renunciar a
cualquier placer personal para dedicarse de lleno –como una tromba- a los menos
favorecidos. Todo eso narra Maradona, médico de la selva, ópera prima de Martín
Serra. Y es, a la vez, una obra necesaria para conocer otro tipo de vidas. Y
es, también, un camino llevado adelante con hidalguía. Sanando y curando. Como
el hombre y como Dios: proponiendo y disponiendo.
0 comentarios:
Publicar un comentario