Una defensa urgente a Lionel Messi, el mejor jugador de fútbol del mundo.
El cuello del cisne
Messi, el mejor de todos
Entrevista en Indie Cine
Me entrevistaron por los cinco años de VideoFlims. Dije esto:
¿Cuales fueron sus primeras películas?
¿Cual es el criterio de selección de las películas a editar?
¿Cuales son las dificultades con las que se enfrentan en el día a día?
¿Se puede conseguir alguna de sus pelis en Rosario?
¿Cuales son los planes a futuro para VideoFlims?
Mondo Macabro
Escribí una nota sobre la historia del mítico videoclub Mondo Macabro para el #18 de la Revista Irrompibles.
Mondo Macabro, una historia posible
Nota de tapa por el BAFICI 16
Hicimos con Luis Paz la nota de tapa por el BAFICI 16. Entre los dos, elegimos un recorte posible -y joven- entre las más de 400 películas del festival.
Acá, mi selección:
El Mercado
Cuando Cumbio, Marulina y
Gazabril dejaron de tirarse pasos, el Abasto siguió tirándolos por sí solo.
Ojo: así fue siempre. Es que donde funcionaba el mercado, hoy funciona el
shopping. Y en su médula, la composición genética de un lugar que albergó a
laburantes, malevos, parias, monos, floggers y capitalistas. Un lugar al que no
le cuesta nada sacar su chapa: por ahí pasó Carlos Gardel. Por eso, en su
mejunje pop, Néstor Frenkel, el Iniesta de los documentalistas criollos,
reconstruye la historia del Abasto a partir de la figura del mercado. A la
sazón, el apoteótico, faraónico y apocalíptico mercado representa, por un lado,
la fina estampa del trabajador noble y sacrificado y, por otro, la musculosa
capacidad de tarjetearlo todo en cuanto exista. Por sus paredes, el poeta
Fernando Noy lloró poesía, empleados de un festival de cine colgaron sus
pósters institucionales y algún que otro confabulador vio al sombrero
gardeliano asechando incautos. Entonces, cada vez que alguien evoque la
compleja entelequia “Mercado del Abasto”, un sinfín de personajes emergerán de
su geografía. Entre tanto, encontró en Luca Prodan a su Roberto Arlt y, con el
paso del tiempo haciéndole fuerza, a un tendal de navegantes –esos mismos
laburantes, malevos, parias y monos- que resisten el paso del tiempo. “Hoy, el
Abasto está mejor, peor, me chupa un huevo”, dice un Pedro Saborido que de
barrio sabe mucho. Y mientras tanto, un viejo se prende un pucho cubriéndose
con el saco bajo la atenta mirada de ese coloso que albergó, casi sin solución
de continuidad, a frutas y verduras con unos pibes tirando pasos. / Hernán
Panessi
Fulboy
G/R/E/A/S/E
FAN en el Suple NO
FAN salió mencionado en la nota del Suple NO, de Página/12, donde se habla de nuevas voces en la radio argentina. Una sorpresa.
El texto lo escribió Federico Lisica y dice:
Puede ser un programa que aglutine a la nerdencia como Fan, por Radio LK, o la posibilidad de captar una estación como Radio Universidad de La Plata (FM que propulsa a bandas de la zona y por cuestiones técnicas no podría sintonizarse más allá de la capital bonaerense).
Pueden leerlo completo, acá.
Crecer, para Lamujerdemivida
Escribí una notita sobre "crecer" en el # de otoño 2014 de la revista Lamujerdemivida.
Crecer
Soy un Bart Simpson mal dibujado. Siempre pensé eso. De chico, cortaba sapos con un Tramontina. Le meaba la puerta a los vecinos. Y si perdía a algo, me agarraba a piñas. De chico, no fui al Nacional Buenos Aires ni tuve de mascota a una tortuga. Fui a un colegio público, me expulsaron y mi perro se murió. De chico, me arrojaba por la ventana del hogar y me dirigía a ningún lado. Con las uñas llenas de mugre, las rodillas peladas y una inocencia -cínica, cruel- a prueba de balas, salía a pelear con algún enemigo que no existía. Y, en cierta forma, todos me festejaban esa rebeldía. Madre, hermano, amigos, vecinos y compañeros de aventura. De alguna manera, ocurría un milagro: no era visto con desdén por cometer esas tropelías. Todo era vivido con cierta impunidad. Una impunidad gozosa, que permitía estirar las alas y planear todo lo que venga. Es que, en la escuela, pese a todo, me iba bien. Y aquello me otorgaba ciertas libertades. Entonces, era un arma de doble filo, una rara avis: un molesto cuyas maestras le ponían “muy bien, felicitado” en una cursiva soñada.
Nota de tapa sobre Frank Henenlotter para el Sin Aliento de BAFICI 16
Nota de tapa sobre Frank Henenlotter para el Sin Aliento, periódico de BAFICI.