Historia del cine: Marihuana (1936)

MEDIO: Revista THC
FECHA: Junio 2011
Marihuana

Marihuana (1936)

En pleno crash financiero de la década del ’30 en los Estados Unidos, cuando los estudios se mostraban abocados a los musicales en sus años de oro, a los monstruos clásicos, a las comedias chaplinianas o hacia cualquier otro rollo que le haga olvidar a la “gente común” que no había pan ni trabajo pero sí show business y, así, con ello, sacaran su mejor sentimiento de tanto en cuando, apareció un filme de temprano exploitation cannábico, venido al mundo como la piedra iniciática de los narcotic videos. En esa lógica, aunque casi sin proponérselo, pese a contar con un discurso harto propagandístico, Marihuana (1936), hermana biológica de Reefer Madness (1936) y largometraje en cuestión, fue lo suficientemente atrevido a su época como para mostrar porros, no obstante a lo estigmatizante del asunto, en la gran pantalla. Notablemente hipócrita, esta película tenía un fin educativo destinado al público adulto para que, a raíz de su existencia, puedan enterarse de “las trampas de la juventud en América”, tal y como lo advertía desde su trailer. Conocida también bajo el nombre de “Marihuana, the Weed with Root in Hell!”, literalmente “Marihuana, la Hierba con Raíces en el Infierno!”, la obra moralina del director Dwain Esper, responsable asimismo de la sexual Maniac (1934), no sólo logró señalar con el dedo bien turgente una problemática de la época sino que sirvió, del mismo modo, de inspiración para generar un tremendo legado cinematográfico afín y significó, además, como tentempié fumón –aquí radica su doble filo- para millones de cultores marihuanos. Pieza fundamental de la Historia, más no obra maestra. / Hernán Panessi

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