Nota sobre El Hobbit

MEDIO: Revista Irrompibles Nº3
FECHA: Agosto 2011
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Mañana, pasado... en 2013, llega El Hobbit

El duelo entre la ficción y las películas es algo apasionante. Lo que nos lleva indefectiblemente a combinar lo mejor de los dos mundos, ponderar y sacar chapa. Más cuando estamos hablando de cine sobre libros... como el caso de El Hobbit. Y acá, es probable, como en aquel chiste de las cabras que comen negativos de película, no podrán decir me gustó más el libro que el filme.

Por Hernán Panessi

UNO
En el año 1976, a la tierna edad de quince años, Peter Jackson sacaba lustre de cineasta truculento –más tarde confirmado por Mal Gusto (1987), Meet the Feebles (1989) y Braindead (1992)- con The Valley (1976), un corto fanmade rodado en Super 8 con influencias de Ray Harryhausen. Apenas un año después, en 1977, se estrenaba en la famosa NBC la inicial versión fílmica y animada de El Hobbit (cuya primera edición en papel fue publicada en 1937). Treinta y cuatro años más tarde (sí, ¡34!) después de aquella experiencia, la más cara de la historia en materia de películas animadas hechas en televisión, en el año 2010, y después de miles de histeriqueos, Peter Jackson y El Hobbit, El Hobbit y Peter Jackson, se juntaron merecidamente en un proyecto en común. Tuvieron que pasar, por un lado, millones de libros vendidos y editados a lo largo de todo el mundo, cientos de juegos de rol, un exitoso juego de PC –El Hobbit (1982), producido por Manga Software y distribuido por Melbourne House-, otros tantos games plataformeros (con y sin licencia), una adaptación radiofónica y una novela gráfica (exquisita reedición de Norma Editorial circa 2001), entre varias cosas más. Y por otro, la ascensión de un meganerd al olimpo cinematográfico mundial –cuya bisagra fue esa gran película llamada Criaturas Celestiales (1994)-, la obtención de premios y nominaciones, la trilogía de El Señor de los Anillos, muchos premios y nominaciones más, King Kong, un dueto con Steven Spielberg –en la próxima a estrenarse Las Aventuras de Tintin (2011)- y, sí, hasta llegar, por fin, es que el matrimonio no es completo si no es de a dos, a la dirección de El Hobbit: Un viaje inesperado (2012) y El Hobbit: Partida y regreso (2013).

DOS
Se sabe: Peter Jackson y El Hobbit nacieron para estar juntos, para ser uno. Y no es por lo facilista de buscarle relación en su origen geográfico –definitivamente Nueva Zelanda es Tierra Media-, sino en el devenir de las cuestiones. ¿Qué otro podría dirigir El Hobbit de no ser Sir Peter Robert? ¿Por qué estuvo tanto tiempo parado en acciones previas a la realización hasta que este (ex) gordito barbudo agarró el timón? ¿De no ser Jackson, quién podría encarnar la épica medieval con tanta sangre, corazón y fantasía? Guillermo Del Toro estaba bien –de ahí el tire y afloje de años, “que voy yo, que vas vos”, “que la rodamos en Oceanía, que no”, “que se congela, que se filma”, aunque muchas de estas cuestiones tenían que ver más con los estudios que con estas bestias bienintencionadas-; y, quien, de hecho, también fue parte del guión –junto con Philippa Boyens, Fran Walsh e irremediablemente J.R.R. Tolkien- y rumoreado para dirigir, al igual que el oriundo de Pukerua Bay, la película basada en el videojuego Halo (aún sin fecha tentativa), pero ese es otro cantar...

TRES

La historia de El Hobbit precede a la trilogía de El Señor de los Anillos y cuyo protagonismo recae en Bilbo Baggins, tío de Frodo, que será interpretado por Martín Freeman (papel ofrecido además a, entre otros, Daniel Radclife y Shia LaBeouf), quien apareció previamente en esa gran comedia buddymovie que es Hot Fuzz (2007), que contó –mirá vos- con un cameo del mismísimo Peter Jackson como “Santa Claus”. Además, en el cast oficial de El Hobbit –muchos repiten personaje de la Saga LOTR- figuran Hugo Weaving, Evangeline Lilly –conocida por su papel de Kate Ausen en Lost-, Cate Blanchett, Christopher Lee, Orlando Bloom –pese a que su personaje, Legolas, no aparece en el libro-, Ian McKellen y varios más. Si viviera, la viperina Louella “he-visto-lo-que-has-hecho” Parsons se haría un festín con tanto nombre y danza de stop & eject & play en pre-producción, no hay dudas.

CUATRO
Poco se sabe realmente del guión de este binomio fantástico –de fantasía y factura, claro-. Dicen que la primer parte tratará sobre el argumento del libro en sí y la segunda sobre los acontecimientos que tendrían lugar en los sesenta años que transcurren entre el final de El Hobbit y el principio de El Señor de los Anillos. Entonces, a partir de aquí, la pasividad como espectadores nos invadirá. No quedará otra que resignarse a esperar hasta el 01 enero del 2013 (allá confirmada en el Entertainment Weekly para diciembre 2012, acá en Cines Argentinos para poco más tarde). De manera que, mientras tanto, si es que las profecías mayas le pifian, lo que podemos hacer es matar el tiempo con las ediciones en Blu-Ray de El Señor de los Anillos o exigir en foros roleros y afines que hagan, también, una versión para cines de El Silmarillion a estrenarse, ahora sí, en la Tercera Edad del Sol. Y a esta altura, qué lejos quedó el 1976-1977. Ni qué hablar el comienzo de todo: 1937. O, más bien, falta muchísimo para 2941.

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